turftito
Registrado: 14 Dic 2006 |
Publicado: Mie Jul 23,
2008 5:17 pm
Asunto: EL CANARIO Y EL GORRION |
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En mi casa, cuando era
niño, teníamos un canario, de esos amarillos anaranjados. La
casa de mis padres tenía patio, y allí estaba el canario, en
su jaula, viviendo como un maharajá. Mi abuelo era el
encargado de cuidarlo, comida, bebida, la bañera, le cambiaba
de sitio según el sol iba haciendo avanzar el día para que no
le diera una "insonación" que decía mi abuelo, mi abuelo
también decía que el canario, Pirracas, ese era su nombre,
cantaba que era un primor. Y era cierto, el animalillo, era de
esos que se enredaba en sus trinos y hacia gorgoritos de notas
fluidas y que si cerrabas los ojos, te hacían evocar un prado
verde donde discurría un fresco rió de aguas saltarinas.
Cantaba sobre todo por la mañana y al caer la tarde, pero
nunca cuando el sol mas alto estaba, esa como es lógico, era
la hora de la siesta, el canario la respetaba. Mi padre
trabajo toda su vida en un comercio, una tienda de flores, era
y es, nunca dejara se serlo, decorador floral (y de los
buenos), aunque mi hermano y yo cuando éramos pequeños, a la
pregunta de: ¿que es tu padre niño?, contestábamos."Florero" y
en la familia se partían de risa. Como digo, mi padre tenía
horario de ese partido, llegaba a eso de la 14.30, comía y
hasta las 16.30 que salía de casa, la consabida siesta, sobre
todo en verano, eso era sagrado en mi casa, y lo fue hasta que
mi hermano, encontró un gorrión. Estaba en el suelo, parecía
haber caído de un nido en aquella tarde tormentosa de aquel
agosto lejano. Llevo el gorrión a casa y mi madre que es
amante de todos y cada uno de los animales, acogió al bichito.
Le criamos con miguitas de pan mojadas en leche, y salio
adelante, se hizo adulto, y lejos de irse se quedo allí en el
patio, sin jaula ni nada. Y tomo una costumbre, cuando el
canario estaba callado, es decir la hora de la siesta, el
gorrión se encaramaba a la jaula de Pirracas, piaba un par de
veces y ya estaba liada, el canario comenzaba su concierto de
flauta, precioso si , pero a esa hora que mi padre reposaba,
mi madre salía al patio y decía: Pirracas calla que está el
amo durmiendo(mi padre) pero el animal estaba desatado, lo
desataba el gorrión, que cuando oía la puerta del patio, se
iba a la otra punta, así era todos los días. Una tarde de
mediados de junio, cuando comenzaba el verano siguiente al que
mi hermano trajo el gorrión, llegábamos de uno de los últimos
días de colegio, cogimos nuestro pan y chocolate y salimos al
patio, pero , allí no estaba Pirradas,”Mama, ¿donde este
Pirracas?”, preguntamos, y mi madre desde dentro," lo hemos
regalado, no nos deja dormir la siesta y tu padre madruga
mucho y así no podemos estar". Pero, los dos al unísono,"
Mama, podías haber regalado el gorrión, no canta y era el que
hacia que Pirracas cantara en la siesta". Mi madre salio al
patio, nos miro con brillo en los ojos, nos dio un beso a cada
uno y dijo, "esa era la solución, me equivoque, pero claro al
gorrión no le quieren ni regalado. Que si mama dijo mi hermano
que se lo damos al Poche que su padre tiene una finca y lo
suelta allí, pero tienes que hacer que vuelva Pirracas.
El canario volvió, el patio de nuevo fue el prado con
su río de aguas saltarinas, menos en la hora de la siesta, que
volvió a ser el remanso de paz. _________________ La
realidad fingida es la peor de las fantasias | |