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En honor a un gran caballo Gladiateur. El vengador de Waterloo le llamaban los franceses.
En España en 1865 y por esos tiempos se estaba en guerra con Chile y Perú, reinaba Isabel II, y soportábamos una crisis económica importante que llevo al fracaso a la Unión Liberal. El tren estaba en su auge al igual que Barcelona como puerto y Cataluña como zona industrial en desarrollo.
Y dicho esto y para honor a un gran caballo francés les dejamos unas notas de su historia.
GLADIATEUR, Aunque nacido en Francia, fue el segundo caballo de la historia y el primer caballo francés ganador de la Triple Corona en Inglaterra lo hizo en el año 1865, este caballo fue aclamado por toda Francia como "el vengador de Waterloo", y a su regreso triunfó fácilmente en el Grand Prix de París y el Prix Royal Oak (St. Leger Francés), volviendo nuevamente a Inglaterra para ganar por mas 40 cuerpos la Ascot Gold Cup, humillando una vez más a los caballos ingleses, en las propias narices de la familia Real inglesa que presenciaba la carrera en el Hipódromo de Ascot. Su entrenador Tom Jennings fue tildado en aquella época de tramposo y antipatriota, porque Gladiateur decian tenía 4 años en lugar de tres, cuando ganó el Epsom Derby. El chauvinismo inicial se trastocó, cuando los aficionados británicos terminaron idolatrándolo después de la Copa de Oro de Ascot.
Gladiateur murió a la edad de 14 años (1876) sin lograr el éxito que se le esperaba en el Haras.
El caballo.
Gladiateur (1862-1876) era un potro grande, Gladiateur era un caballo que compitió con lo más y mejor posible en las largas distancias. Frederic de Lagrange lo crió en su Haras de Dangu en Dangu, Eure en Haute-Normandie región de Francia. Lo engendró Gladiator caballo que había sido comprado en la edad nueve años para los intereses franceses. El dueño de Gladiateur lo envió a Inglaterra para que lo entrenara Tom Jennings, en el Hipódromo de Newmarket. Desarrollandose el potro lentamente, que no comenzó a competir hasta bien entrado 1864 y ganando las tres carreras que disputó. A la edad tres, las cosas cambiaron para Gladiateur que era el caballo más dominante en en el turf Europeo. Después de ganar el 1865, las 2.000 Guineas, entonces la carrera más prestigiosa de Inglaterra, el Epsom Derby, Gladiateur fue enviado a la correr en París. Delante de los aficionados frncese que delirantemente felices que lo bautizaron como El Avenger de Waterloo, el vengador de Waterloo, pues ganó fácilmente gran Prix París. A la edad cuatro, Gladiateur continuó dominando, ganando las carreras mas importantes en Inglaterra y Francia incluyendo una victoria en la Copa de oro de Ascot. Lo retiraron al final de sus cuatro años al Haras de Dangu. La cuadra de Frederic de Lagrange envió sus caballos fuera del país a Inglaterra en donde fue vendido en la Tattersalls subasta. Gladiateur fue comprado por un criador inglés, en 1873 lo vendieron de nuevo. Sufrimiendo de una enfermedad del hueso del scaphoid, Gladiateur era euthanized en enero de 1876. Lo enterraron en Dunmow, pero su cola está en Museo nacional de Horseracing en Newmarket. Gladiateur no fue muy agraciado como padrillo.
GLADIATEUR (1862 - 1876) era hijo de Monarque y de Miss Gladiator

La carrera en su honor. esto fue escrito en su momento por Domcarlox. Y publicado en Historias del Turf.
El Gladiateur es, tradicionalmente, la carrera lisa más larga que se disputa en el hipódromo de La Zarzuela. Yo la he visto varios años incluso sobre 5.000 metros. Gladiateur es el nombre de un caballo francés del siglo XIX, el primero de esa nacionalidad que ganó el Derby de Epsom, y a quien se recuerda en nuestro vecino del norte con una estatua a la entrada del hipódromo de Longchamp. De este caballo y sus circunstancias es de lo que quería contarles algunos detalles. Para que le conozcan mejor, ahí tienen también una pintura de época. Lástima que sólo la tengo en blanco y negro...
Hasta que el siglo XIX hubiese pasado su ecuador, la hegemonía de los caballos ingleses sobre los del resto de Europa no ofrecía dudas. La simple suposición de que un caballo llegado del continente pudiera equipararse a los campeones británicos hubiera causado hilaridad. Y que pudiera llevarse Derby de Epsom resultaba inconcebible. Pero en 1865 iba a cambiar la racha y ante los asombrados ojos de los ingleses un potro francés derrotaba claramente a sus 28 enemigos. Se llamaba Gladiateur; (Gladiador, en castellano). Y es el caso que a 200 metros de la meta, nuestro caballo estaba encerrado y a unos 40 metros de los que marchaban en cabeza. Su jockey, Grimshaw, logró sacarlo hacia el exterior, le exigió de firme y alcanzó la meta con tres cuerpos de ventaja sobre el segundo. Tras de ese éxito llegarían otros, y Gladiateur, se convirtió en un mito. Un mito que tenía una curiosa historia que empezó a escribirse antes de que el potro fuera, siquiera concebido.
Monarque; era un semental francés que hacía su servicio en la yeguada del conde de Lagrange. Una de las hembras que poseía el conde, Miss Gladiator, estaba considerada como de mediana calidad y en los tres años que había resultado llena dio unos productos que no apuntaban nada importante. Nunca se habían mezclado las sangres de Monarque y Miss Gladiator, debido en parte a la aversión que aquél profesaba a la yegua. Sin embargo, el conde Lagrange tenía verdadera curiosidad por obtener un producto de ambos; creía que podría resultar algo interesante. Por ello decidió que se vendasen los ojos de Monarque; para que no viese a Miss Gladiator; cuando se la presentasen. El ardid tuvo éxito y de resultas de este cruce nació Gladiateur que desde los primeros momentos se reveló como un caballo excepcional. Era un caballo gigantesco, pues su estatura alcanzaba 1,67 metros. Estaba dotado de una poderosa musculatura que hacía resaltar aún más su complexión atlética. Los ingleses, cuando Gladiateur apareció por primera vez en el hipódromo de Newmarket, le calificaron como «un feo caballo de tiro...», juicio que fue rectificado por completo por los cronistas ingleses cuando al año siguiente, después de verle ganar el Derby, escribían: «... con sus crines al viento y sus velludas patas, semejaba un gigante en medio de pigmeos». Queda dicho que Gladiateur debutó en Inglaterra, en el hipódromo de Newmarket, durante la temporada de otoño de 1864, pues su anatomía hizo que no se precipitase su entrenamiento ya que se consideraba un potro tardío. La prueba de su debut a dos años la ganó Gladiateur frente a un lote muy modesto. Ese mismo año disputó otras dos carreras en el mismo hipódromo en las que fue tercero y no colocado. Como ven, nada demasiado prometedor, pero la verdad es que Gladiateur apenas era entrenado. Se le quería dar alguna experiencia y reservarlo para el año siguiente. En la primavera de 1865, los trabajos iban haciéndose cada vez más duros y en la cuadra se tenía el convencimiento de que Gladiateur; era un auténtico campeón, pero aquello no trascendió y nadie ajeno a la cuadra sospechaba la mejoría del potro francés. A finales de abril se corrían en Newmarket las Dos Mil Guineas.Gladiateur estaba inscrito, y era tal el desconocimiento de su auténtico valor que los bookmakers ofrecían sus apuestas 12 a 1. Para sorpresa general, Gladiateur ganó fácilmente y su propietario no solamente se embolsó el valor del premio, sino que además ganó una fortuna en las apuestas. Luego vino el Derby que también se llevó con enorme autoridad. Esta victoria se recibió en París con un entusíasmo indescriptible. La Cámara de los Diputados, de la que era miembro el conde de Lagrange, tributó al aristócrata una calurosa ovación cuando regresó tras la victoria en Epsom.. En las revistas de modas, en los bulevares y en los Campos Eliseos se exhibían telas y adornos de color azul y rojo, los de la chaquetílla de la cuadra de Gladiateur que volvió a Francia para correr el Gran Premio de París el 11 de junio de 1865. Después de su triunfo en esta carrera retornó a Inglaterra para seguir imbatido en cuantas carreras tomó parte, entre ellas el Saint Leger, con lo que se hacía con la Triple Corona inglesa. En otoño regresó a París para vencer, sobre 3.000 metros, en el premio Royal Oak de Longhamp. Al año siguiente, Gladiateur ganó las seis carreras en que tomó parte, contándose entre ellas los 4.000 metros de la Copa de Oro de Ascot, en la que fue montado por G. Pratt, pues su jockey habitual, Grimshaw, había muerto en un accidente. Presenciando esta carrera se encontraban juntos el conde de Lagrange y el almirante británico Rous, autor de la celebre escala de pesos en la que se basan los handicaps. Pues bien, cuando faltaban 500 metros para la llegada, Gladiateur; se encontraba muy lejos de los caballos de cabeza. Entonces Rous, sin poder contenerse, exclamó: «Vuestro campeón está batido como lo fue vuestra flota en Trafalgar». El conde Lagrange, sin inmutarse y sin dejar de mirar la carrera, respondió: «No, caballero, estáis equivocado. Mirad: ahora mismo, llega a la altura de los almirantes ingleses». Efectivamente, a 300 metros de la meta el caballo fue lanzado por su jockey y se fue a la meta para ganar con enorme ventaja. En realidad, a uno le cuesta creer lo que se escribió entonces, porque suena a exageración: se dijo que había ganado por 40 cuerpos, y sacarle a sus rivales 100 metros en sólo 300 parece de ciencia ficción. En fin, sea como fuere, lo cierto es que se dio un soberano paseo. Gladiateur apareció por última vez en la pista, en París, en el Gran Premio del Emperador, que posteriormente tomaría el nombre de aquel gran caballo. Sobre la distancia de 6.200 metros, Gladiateur; se despidió de su vida de carreras, ganando, pero no sin que su menudillo quedara lesionado. En total, el caballo disputó 18 carreras de las que ganó 15 y ganó para su propietario no menos de un millón de francos oro. El conde, sin embargo, tuvo que vender su yeguada a un grupo de propietarios británicos que se las prometían muy felices con la descendencia de Gladiateur pero el gran campeón murió a los 14 años de edad, sin jamás haber dado un producto de mediana calidad.
Y lo demás es ya otra historia. Un abrazo a todos y que ustedes lo disfruten . Broker.