origenes
Registrado: 29 Nov 2006 |
Publicado: Sab Feb 02,
2008 7:08 pm
Asunto: Una llegada histórica |
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Esta semana, la revista A
Galopar me ha publicado un artículo sobre la yegua VILLA
BLANCA, que espero no les moleste lo incluya ahora en este
post.
Decía así:
“Dentro de un día algo escaso
en calida, la victoria de WALLAH en la primera carrera
reservada a hembras nacionales de tres años, para algunos ha
sido la nota más reseñable de la mañana. Esta propia hermana
del más que útil FERNANDO, es la segunda ganadora de su madre
LITTLE BERTA, que en sus dos primeros disparos realizados como
yegua madre, ha hecho blanco. Ella es a su vez, el séptimo
producto de VILLA BLANCA, una antigua competidora de nuestro
turf, muy querida por los viejos aficionados.
VILLA
BLANCA fue una preciosa alazana careta hija de Rheffissimo,
que tuvo la mala suerte de ser coetánea de TERESA, a la que
escoltó en el Oaks, Poulé, y Criterium de Potrancas. Sin
embargo, VILLA BLANCA todavía tuvo arrestos para, ausente su
verdugo, zamparse el Gran Premio Nacional batiendo en dura
pugna a otro hijo de Rheffissimo, de nombre EL CRICRI;
formidable ejemplar este también, pues no en vano meses más
tarde ganaba de punta a punta la Copa de Oro, en un año de
ensueño para el semental de Villapadierna, con el viejo
CASUALIDAD haciendo doblete en el Gran Premio de Madrid y en
el Memorial de aquel 1987. Cuatro campeones hijos del mismo
padrillo nacional, haciendo las delicias de los aficionados de
entonces. VILLA BLANCA, tenía fondo, clase y corazón, aunque
quizás se la corrió más de la cuenta durante su primavera
clásica, algo que acusó bastante. Su historial en cualquier
caso, sirve para indicar lo buena que fue.
VILLA
BLANCA tuvo tres hijos nacionales (Pirri, Zalladeh y
Casablanca), pero los años oscuros de nuestro turf, la
obligaron a exiliarse a Francia, en donde se puede afirmar que
cumplió notablemente en su faceta como madre. Sus mejores
hijos fueron dos machos: BRIEF ENCOUNTA, por Brief Truce,
y SCHOTIS, por Freedom Cry, multiples ganadores y con valor
suficiente para haber peleado aquí nuestras mejores carreras.
Nueve productos, y de ellos siete ganadores, con las reseñadas
puntas de calidad, son sin duda los números de una buena
madre.
El titulo de la cabecera viene al caso, a raíz
de lo sucedido el pasado diciembre, cuando en las ventas de
Deauville salieron al anillo de ventas, dos descendientes de
VILLA BLANCA. Nuestros criadores no podían desaprovechar la
ocasión, y por un precio más que razonable se trajeron a
nuestro país las nuevas perlas. En concreto se trataba de
NOCHE, y una yearling hija de esta misma yegua por Septieme
Ciel, de nombre ORANGE WINNER. NOCHE, por Night Shif, es una
de las hijas francesas, de la magnífica VILLA BLANCA, y pese a
contar con solo ocho años de edad, ya ha puesto en pista a un
buen producto: PETIT ROQUE, ganador de cuatro carreras y de
buen valor. Con estos argumentos, y el factor sentimental de
por medio, Guillermo Arizcorreta y Miguel Alonso
respectivamente, pujaron hasta el golpe de martillo por NOCHE
y ORANGE WINER. Si todo va bien, esta última podría debutar
este mismo año 2008 en nuestras pistas.
Yo agradezco
especialmente la reintroducción en España, de la línea materna
de VILLA BLANCA, que cuando ella nació, ya llevaba varias
décadas produciendo ejemplares de calidad en nuestro país. La
importación de EGERIE, a principio de los años cincuenta fue
el comienzo de todo (tercera madre de VILLA BLANCA). Imposible
que los viejos aficionados se olviden de ejemplares como LE
PONT D´ASSON, BERTHALAY o MORROSCO (buenas migas hizo esta
línea con el viejo FRISCO).
WALLAH, contaba antes de
su victoria del pasado domingo, con un tercer puesto en la
Copa de Criadores. Su entrenador Mario Julio Pérez, comentaba
en esta misma revista la semana pasada, que la yegua iba a ser
mucho mejor a los tres años, de lo que demostró en la edad
precoz. LITTLE BERTA, WALLAH, NOCHE y tal vez ORANGE WINNER,
podrían funcionar como madres, las cuatro a la vez, dentro de
tres o cuatro años; y con ellas, la persistencia en nuestro
país de la línea de VILLA BLANCA, estaría asegurada durante
mucho tiempo. Solo me resta desear a los que lo han hecho
posible, toda la suerte del mundo”. …….
Quería
completar estas notas valiéndome de la potencia de la red,
incluyendo algunos documentos.
Ayer, mi amigo Manuel
Luque (espero que no le moleste que le considere como tal) me
envió un correo felicitándome por el artículo anterior, siendo
tan amable de facilitarme la siguiente fotografía:
Foto de Villa Blanca, en el paseillo del Gran Premio
de Madrid 1987, con Ceferino Carrasco de Jockey:
http://www.flickr.com/photos/90168825@N00/2237210754/
Por mi parte, he recuperado el viejo y algo humedecido
ejemplar de la revista Gran Premio de la época, con la
relación y comentarios sobre los participantes de aquel día.
Página 1 de la Revista Gran Premio: (incluye valores
iniciales y correcciones tras el resultado de la carrera:
http://www.flickr.com/photos/90168825@N00/2236435899/
Página 2 con los pronósticos de la Revista:
http://www.flickr.com/photos/90168825@N00/2236435901/
En el extraordinario Blog de Principe Duero, no he
visto que haya puesto el vídeo de esta carrera. No sé si lo
tiene disponible, pero sería fantástico que lo colocara ahora,
si todavía lo conserva.
Por otra parte, Manuel Luque
me comentaba lo siguiente:
“Villa Blanca aparece
montada por Ceferino Carrasco. Me encanta cómo está la yegua
en esta imagen. El brillo del pelo, su puesta punto, la cabeza
tan refinada que parece de una yegua de raza árabe... y lo
pequeña que era, Ceferino era alto para jockey, pero parece
enorme encima de la yegua”.
Creo que en un caso como
este, merece la pena incluir lo que en otra ocasión escribí
sobre estos casos:
¿CORREN MENOS LAS HEMBRAS DE
PURASANGRE?
Por los resultados en carreras globales,
podría extraerse la fácil conclusión de que la yeguas de
Purasangre, son ligeramente peores que los machos. Sin
embargo, hay un factor que distorsiona según mi punto de vista
los resultados. Me refiero a la diferencia que existe entre el
concepto de peso absoluto y peso relativo.
En carreras
de máximo nivel a pesos fijos por edad y sexos, los caballos
corren con un kilo y medio más que las yeguas. Esto podría
interpretarse como una clara ventaja para las señoritas, pero
como explico a continuación, no solo no es así, sino que las
perjudicadas son ellas.
Recuerdo que durante mi niñez,
todos los veraneos de los años sesenta y setenta, mis cuatro
hermanos y yo, competíamos echando carreras a pie desnudo, en
la por entonces desierta, inmensa y paradisíaca playa de San
Vicente de la Barquera. Y de cuando en cuando, mi padre se
sumaba al “selecto lote de participantes”, para mojarnos la
oreja con facilidad. Pero llegó el día en que mi hermano
mayor, consiguió al fin (por razón de la edad) alcanzar a mi
progenitor. El “viejo”, con cincuenta y pico años encima, y
mucho pundonor de por medio, todavía se resistía a ser batido
por uno de sus vástagos. Si ese preciso día, un improvisado
handicaper, les hubiese obligado a disputar la misma carrera,
cada uno con un par de kilos de plomo encima, es lógico pensar
que mi padre habría recuperado el trono, pues igualado en
términos de velocidad con su hijo, su “capacidad de carga”,
era todavía muy superior.
El peso lastra más o menos
en función de esa capacidad de carga que indico, y que tiene
mucho que ver con el propio peso corporal de cada uno, pero
seguro que el asunto “hormonal” por cuestión de sexo, también
cuenta no poco. Si las carreras de caballos fueran como las de
galgos, y no se precisase del concurso de los jockeys, a lo
mejor nos llevábamos una sorpresa. Se necesita al hombre
encima del caballo, para conseguir el máximo esfuerzo de
estos, así como disciplina en los recorridos. Pero el factor
Jockey, distorsiona la apreciación sobre la calidad de los
caballos.
¿Qué hubiese pasado por ejemplo en el Gran
Criterium si Rituss y sus rivales machos hubiesen competido
sin jockey ni plomo encima, y suponiendo que todos los
participantes corriesen al máximo de su potencial? Mi opinión
es que probablemente la yegua volvería a imponerse, pero con
más facilidad si cabe, demostrando que a igualdad de
condiciones (sin lastres de por medio) su calidad era mayor.
Mi opinión es que lejos de sacar ventaja recibiendo un
kilo y medio por sexo, las hembras son penalizadas por tener
menos “capacidad de carga”, al ser menos fuertes y
voluminosas. Pero en lo que respecta a la velocidad, que en
definitiva es lo que la pista debería determinar, las yeguas
no corren menos. Y es algo perfectamente coherente, puesto que
los caballos son producto de la naturaleza, y por sus
condicionantes han sido modelados. Durante un millón de años o
más, las manadas de équidos fueron perseguidas por lobos,
pumas y otros depredadores, y había que correr para salvar el
pellejo, se fuese macho o hembra. De hecho, los machos son más
fuertes, pues luchan entre ellos por la máxima jerarquía, y
también para defender a las yeguas de las posibles alimañas.
Me da la impresión, que en estado salvaje, las hembras sin
carga alguna encima, deben ser igual o incluso más veloces que
los machos. Un caso muy llamativo, sobre como la vida salvaje
modela las cualidades de los respectivos sexos dentro de una
misma especie, es la de los leones. Los machos son más grandes
y fuertes, pero como las que cazan son ellas, en velocidad
siempre les pegan un repaso a sus “señores” cuando se da el
caso.
Por eso yo siempre experimento la sensación de
que, en igualdad de valor oficial en el handicap, una hembra
tiene más clase que un macho. Y estimo que eso se debe a que,
siendo muchas yeguas superiores en velocidad, los machos
robustos compensa esa diferencia con una mayor capacidad para
soportar el peso del jockey. Pero yo admiro a los purasangres
por el vigor atlético, no por su fuerza para tirar de un
carro”.
…
En el Gran Premio de Madrid del año
1987, VILLA BLANCA corrió con kilo y medio más de lo que le
correspondía por edad y sexo (al final salió a la pista con
51,5 Kg.). Creo sinceramente, que en términos absolutos era la
mejor de aquel lote, por clase desde luego, pero su escasa
anatomía, y las razones de peso apuntadas, la condicionaron.
De haberse disputado la prueba sin monturas de por medio,
habría sido la ganadora sin duda.
…..
En aquel
Gran Premio de Madrid, los tres primeros caballos en la
llegada eran hijos de RHEFFISSIMO, un éxito extraordinario
para cualquier semental nacional, en permanente competencia
con rivales importados. Algo así como que dentro de tres o
cuatro años, tres vástagos de Dyhim Diamond, Socerous,
Baptize, o cualquiera de nuestros prometedores padrillos,
coparan de la misma forma la llegada de nuestra magna prueba
primaveral. Un reto dificilísimo, que tal vez nunca veamos,
pero que a mí particularmente me haría muy feliz.
La
cría es siempre una carrera de fondo, y el beneficio (más
moral que económico) de las inversiones, esfuerzo e ilusiones
acometidos, no se concreta hasta pasados muchos años, a veces
incluso décadas. Pero el disfrute se obtiene tanto por el
propio proceso como por el resultado final. Y que ahora
mismo la sangre de VILLA BLANCA, todavía permanezca entre
nosotros, ya es en sí mismo una
victoria. _________________
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