LORGOT Registrado: 30 Nov 2006 |
Publicado: Mie Ene 30,
2008 11:34 pm
Asunto: El Marqués |
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En alguna ocasión os he
confiado mi escepticismo hacia las figuras de nobleza que
nuestra Historia ha ido creando: no creo en Duques, Marqueses,
Condes, ni Reyes, salvo en el Reyes Estévez que corría los
1.500 metros, o María Reyes, bonita modelo publicitaria, o por
el contrario el humorista de lo absurdo Pedro Reyes.
Hago una excepción con el Marqués de Cuéllar, aunque
confieso que no me gusta nada que se haga ahora llamar Duque
de Alburquerque. Yo me llamo Ramón y cuando mi padre fallezca
(espero que aún podamos leer muchos libros y bebernos buenas
botellas de vino juntos), no me dará por cambiar de nombre y
hacerme llamar Pablo, como él hace llamarse.
Al margen
de mis preferencias heráldicas o de nomenclator, me refería al
Marqués como motivo de admiración por mi parte. Para empezar,
nació de un "padrillo" majestuoso; nacido de D. Beltrán
Osorio, Duque de Alburquerque, heredó el amor por los caballos
de su familia, y convirtió su pasión hípica con algo
identificado con su propia vida. La verdad es que el pequeño
Marqués nació más agraciado que el Duque (tampoco era muy
difícil, dicho con el respeto que esta figura histórica me
merece) y lamentablemente para nuestras carreras más fuerte y
musculado, aunque en altura andaran parejos hijo y padre.
Lo que era enorme en ambos casos era y sigue siendo,
el amor por las carreras y los caballos. El Marqués comenzó
pronto a montar en carreras y lo hacía como los ángeles. Mucho
mejor que muchos profesionales de alto copete. Alternaba
vallas (donde demostraba siempre valor y sentido del paso),
con liso en carreras de gentlemen riders, donde mantenía
enconados enfrentamientos con Sr. Salas, F.J., Sr. Urbano,
L.A., Sr. Laffon, C, Sr. Martínez, R. y otras grandes figuras
del momento.
También hizo sus pinitos en carreras
lisas con profesionales (Arrow en el GPM con una montaña de
kilogramos-masa, que decíamos de chicos en el cole para
diferenciarlos de kilogramos-fuerza).
Yo siempre le
recuerdo sobre Aristóteles, sobre Buen Juego, sobre Bookmaker
y sobre un montón de hijos de un tal Squeeze Play, que debía
ser el semental que gastaban en Algete para dar cachillo a las
yeguas de cría de por allá (me suenan La Playa y Play Boy
entre otros), alternando liso y vallas, con un porcentaje de
éxito que para sí quisiera Aramís Fuster.
Gran
caballero, elegante y señor, con uno de los panderos más monos
del planeta al decir de las Oficialas de Notarías del despacho
de Algete, aunque en este campo no sea un experto.
Gracias por mantener la tradición; gracias por seguir
la línea del Gran Duque; gracias por Dirce, por El Hechizado,
por Castalia; gracias por mantener los colores de su padre.
Gracias Joannes Osorio, Marqués de
Cuéllar _________________ Únete al Frente
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