Cuando acecha el final de temporada, es momento de hacer cuentas, el joven
aprendiz ya camina sólo.
Hacía un año, había mostrado maneras y le encargaron una entrevista
difícil. Enfrentarse a una vieja leyenda, convertido en carcamal pero con
la lucidez y el empuje intactos. Aquella no fue una entrevista fácil,
retado y en guardia, apenas tomó el mando en un par de ocasiones. Hoy se
dispone a dar su punto de vista, pero ciertos reparos le siguen, aun
reciente en su memoria aquella entrevista.
“El viejo tenía razón. No sólo se hace eterno y complicado valorar
lo que vemos, también es difícil ver caballos que, lejos de ausentarse
definitivamente de la competición, repiten año tras año máximas
performances.
Recuerdo que en 2.005 hablamos de Oratorio, Motivator, Dubawi,
Footstepinthesand, Shamardal, Divine Proportions, Maids Causeway, Virginia
Waters o Shawanda. Un año después, todos desaparecidos. Reconozco que la
lectura de estos nombres sugiere gran parte del calendario del año
pasado, y seguramente una de las generaciones clásicas más importantes
de los últimos años. Pero, al fin y al cabo, retirados por los motivos
que fueran, no se les puede valorar ni justificar ante generaciones
posteriores.
En pie ha quedado lo justito, salvo Hurricane Run no le han ido bien
las cosas a Scorpion o Walk In The Park, dos presuntos devoradores. Otros
han asomado en alguna ocasión como Ad Valorem o David Junior, pero les ha
faltado continuidad. La misma, pero muy por encima de ellos, que le ha
faltado al campeón Hurricane Run. Deja de ser curiosa la razón del viejo
cuando hablaba sobre este. Recuerdo bien los gestos pero sobre todo los
motivos, ya me avisó entonces del peligro de Hurricane Run, su cabeza tan
mal amueblada, y luego nos ha dejado muestras de su falta de voluntad, tan
delatora, puedo pero no quiero. Seguramente este triste por que ha
ocurrido lo que predijo.
Por todo, un regusto amargo queda de quien se ha zampado en un canter
la Tattersall Gold Cup y herido en su orgullo el majestuoso King George VI
& Queen Elizabeth Diamond Stakes de Ascot.
Hubo apariciones sorprendentes este año. Librettist y Notnowcato
concentraron para el verano sus mejores fuerzas y se llevaron varios
grupos al morral. Y otros destellos como los de Ad Valorem y David Junior,
se vieron en Laverock, el desafortunado Manduro, Corre Caminos, Echo Of
Light. También hubo quien desapareció como Proclamation, pero el viejo
volvía a tener razón, y es que esto de las apariciones de ida y vuelta
no le convencían nada.
El año 2.006 ha sido un año peculiar. Me han seducido los muy
jóvenes o los muy viejos, es fácil sentirse identificado con ellos. No
ha habido término medio. Mentiría si no me he quedado con detalles de
los clásicos, pero son eso, detalles. Como mi amigo no me mojaré mucho
con la nueva generación, pero si el año se puede resumir en imágenes,
¡por favor, que vuelvan a pasar el último furlong del mítico Dewhurst
Stakes!. Ya los conocen, pero se los presento de nuevo. Son Teofilo y Holy
Roman Emperor. Espero, como supongo el resto, que los demás vuelvan a
demostrar su valía el próximo año. No quitaré ojo a Duch Art y
Fínsceal Beo.
La panda de viejos ha sido extraordinaria, prolija en grandes batallas
y triunfos. No sabría por donde empezar, y se merecen su sitio sin
distinción.
Alexander Goldrun, un año más para otro Grupo 1, son cinco en total,
vencida en otra de las batallas del año, otra recta despiadada contra la
reina Ouija Board. Court Masterpice siguió creciendo con paso firme
sumando su segundo Grupo 1 en el Glorious Goodwood, el noble Sussex Stakes,
batiendo a otra vieja de renombre, Soviet Song, y justo tras un
desgraciado meeting de Ascot, donde los bailes y los comisarios le
privaron de una aparente victoria. Electrocutionist, un caballo echo a sí
mismo, esforzado gladiador, victorioso en casa, la Dubai World Cup, batido
por Ouija Board en Ascot, y contra todo pronóstico gran rival de
Hurricane Run en el King George, tras pelearse durante media recta con el
clasudo japonés Heart’s Cry. Malditos astros. El
japonés, excesivamente mimado durante toda la temporada, quizá por tanto
viaje trasatlántico, arrasó primero en Dubai, habiendo adornado su
palmarés anteriormente como único verdugo de Deep Impact.
Pienso que estamos en la pomada, lo mejor está por llegar. Saltándome el
orden alfabético que había decidido llevar, Ouija Board, Peeress y Pride
eran las siguientes. La de Chevely prometía con su autoritario triunfo en
el Lockinge dejando tras su estela a elementos tales como Court Masterpice
y Soviet Song, y no defraudó, aunque se quedó a una pestaña de lograr
otros éxitos de relumbrón, volviendo a esa fatídica recta del Queen
Anne Stakes entre Ad Valorem, Court Masterpice y ella. A la pobre la
dieron lo suyo (Ad Valorem) con tal de no dejarla pasar, y demasiado hizo
con no caerse en pleno esfuerzo final. Tan regular, como siempre, se metió
en todos los fregados que pudo. Su última atropellada en Irlanda fue
buena, muy buena, pese a no doblegar a la clásica y enigmática Red Evie.
Cómo valorar a las viejas con más solera a este lado del atlántico.
Ouija Board y Pride han realizado campañas supremas. Cuando se está en
la cúspide desde hace tanto tiempo es realmente sencillo caer en el saco
de la mediocridad bien entendida. Sin embargo, en mi opinión, se trata de
casos completamente distintos. Para con el resto, la recompensa que merece
la Ouija es imprevisible. Pride es fruto de la intuición de muchos que en
ella veían a una campeona en potencia. Sin embargo, no pocas dudas ha
generado hasta la eclosión final, ¡a sus 6 añitos!. Muy cuidada en
primavera, presta para batir en el último suspiro, al pie de la letra, a
Hurricane Run sobre el blando de Saint Cloud, arriesgó saltando un
Vermeille accesible a favor de una preparatoria más suave. Sólo Rail
Link pudo batirla en el Arco, pero sospecho que de haber encontrado sitio
antes, aun más complicado se lo hubiera puesto al de Abdullah. Claro que,
el Arco de este año está lleno de rarezas. Tan sólo 13 días después
se paseaba en el Champion Stakes, si bien sólo ella se justificaba. Rob
Roy no vale un pimiento y el malo de Hurricane anunciaba retirada
prematura. Mejor quedarse con la foto, sólo sale Pride, la más hermosa.
Como comentaba antes, en mi opinión no tienen nada que ver la una con la
otra. Y si alguien me diera a elegir, cometeré un grave error por el mero
hecho de elegir, pero sería la Ouija. Considero absurdo la elección, así
como recordar quién es Ouija Board, pero merece la pena. No todos los días
una yegua es la mejor durante tres años seguidos. Con sus altos y sus
bajos, desde que fue clásica, ha engullido la cantidad de 7 Grupos 1. Si
esto no tiene mérito y no es para dárselo, mejor no sigo. Y como creo
que la Ouija se vende sola, sólo recordaré que podremos verla por última
vez el próximo 10 de diciembre en Hong Kong. También a Pride. También a
Alexander Goldrun.
Quizá el viejo con más clase fue Shirocco. Fue todo un reloj durante
muchos meses, bien espaciadas sus salidas, también hubo demasiada política
en su entorno. No debe ser fácil lidiar con dos toros al mismo tiempo, y
Fabre salió airoso casi siempre. El caso es que del Arco hay que
olvidarse, aunque es una pena que en su última aparición en pista no
mostrara su verdadero valor. Un reloj que comenzó a andar y se paró en
la misma carrera, el Arco del Triunfo.
Los impulsos a veces pueden con el orden, y Reverence comanda una buena y
repetidora camada de viejos bólidos. Junto a Les Arcs y a muy última
hora Desert Lord, configuran un pequeño lote que manejó a su antojo las
distancias aproximadas al kilómetro. Cruzando las puertas de la distancia
otro mimado fue Yeats. Los kilómetros fueron suyos, pero el embrujo de
las Antípodas nos privó de verle más por las pistas.
Estas generaciones antiguas, por llamarlas de
alguna manera, han sido protagonistas durante todo el año, y prácticamente
todos han corrido sin objetivos específicos, sin importarles el número
de batallas, o contra quién se enfrentaban buscando otras salidas menos
peligrosas. Ha sido una bendición verles correr, y por ello este
homenaje. Todos se han merecido el retiro que les espera, y será difícil
completar otra nómina de ancianos como esta. Un deseo más, que sus hijos
les emulen.”
|