La mayoría de los siguientes requisitos coinciden con los apuntados por
Almazy y anteriores foreros. Es normal, en este asunto sobra improvisar o
intentar ser imaginativo. Hay experiencia anterior, se conocen precedentes
y resultados y también en un tema ya estudiado en otros países. Buscar
la originalidad es, casi seguro, garantía de fracaso.
LOS DIEZ MANDAMIENTOS:
1) El juego en las carreras no es azar. La suerte no puede introducirse
artificiosamente en la apuesta, basta conque aparezca espontáneamente en
el desarrollo de las carreras. Las apuestas son "ciencia
hípica" y deben tratarse como tal. El factor suerte ya aparece en
las múchas circunstancias que intervienen en una carrera de caballos,
pero nunca debe provocarse en la propia reglamentación de las apuestas.
Las apuestas no pueden ni deben competir con los juegos de azar puro.
2) El juego en las carreras tiene que enfocarse a los aficionados a las
carreras. Su desarrollo está íntimamente asociado al propio desarrollo
de las carreras y la afición. El juego crecerá con el crecimiento de la
afición y a su vez las apuestas crean nuevos aficionados, pero es un
error intentar implantar apuestas en base a jugadores sin interés por el
Turf.
3) Una apuesta múltiple de moderada dificultad puede alcanzar
popularidad e implantación, pero debe ir asociada a la oferta general de
apuestas más simples y tradicionales y convivir armoniosamente con ellas.
La oferta de juego exterior debe extenderse a toda clase de apuestas no
sólo a una apuesta múltiple exclusiva.
4)La posibilidad de acierto no debe ser inabordable. La dificultad de
una apuesta múltiple debe provenir de los resultados inesperados que se
producen con suficiente frecuencia en el turf y no de la dificultad
intrínseca de la apuesta.
Ejemplo: Una quíntuple de ganadores con carreras de 20-15-10-10-5
participantes tiene 150.000 resultados posibles. Una sextuple de
20-15-10-10-5-5 participantes 750.000 resultados, todavía aceptable. Una
Quinté en orden sobre una sola carrera de 20 participantes tiene
1.860.480 posibilidades, una cifra absurda e inapropiada para el nivel de
juego español.
5) La apuesta debe ser clara y "manejable". El cálculo de
combinaciones generales y reducidas y la comprobación de resultados debe
ser sencillo para todo apostante. Es preferible que las apuestas múltiple
no se centren más que en ganadores. Acertar segundos o terceros complica
calculos de inversión y aciertos. La apuesta debe ser ágil de efectuar
con un formato sencillo de cumplimentar.
6) La unidad básica de apuesta debe tener un precio moderado que haga
la apuesta asequible a los pequeños apostantes. El precio de una
combinación debe ser inferior al precio mínimo de las apuestas simples
7) La apuesta debe centrarse sobre ofertas de competición atractivas
para una mayoría, aprovechando las jornadas o carreras más populares.
Para aumentar su implantación en todos los centros de afición hípica de
España debe incluir carreras de diferentes hipódromos, alternandose o
combinadas en una misma apuesta mútiple. Con alguna frecuencia puede
incluirse alguna carrera muy clásica del extranjero (Derby, Arco,
Breeder's etc.)
8)La apuesta no debe tener más que una, o a lo sumo dos, categorias de
acierto. El que los dividendos sean altos o populares debe depender de la
dificultad de los resultados (mandamiento nº 3) y no de diversos niveles
de acierto que además complican la comprobación (contra el mandamiento
nº 5)
9)El reglamento debe estipular clara e univocamente las normas para
empates, caballos retirados y otras circunstancias especiales. Existen
varios métodos para actuar en casos de caballos retirados ya incluidos en
las apuestas (devolución parcial, designación de reservas, etc.) y debe
valorarse con cuidado cual es el más confortable para los aficionados.
10) Finalmente deben respetarse al máximo los derechos de los
apostantes, cuidando al máximo la información previa y posterior y la
limpieza de la competición. La retransmisión por televisión es
interesante, pero antes viene la propia calidad intrínseca del producto:
información, honradez y visibilidad.
Está claro, como ya han apuntado foreros previso que la propuesta de
LAE no observa varios requisitos del anterior decálogo y en conjunto
resulta una opción desafortunada. ¿porqué descartar la simpleza de la
quíntuple o el 5-6 que ya alcanzaron un éxito notable para España
perdido por circunstancias no achacables a la propia modalidad de esas
apuestas?.
Naturalmente esta opinión se refiere a la primera apuesta propuesta
por la LAE. La otra, la llamada Loto-Turf no requiere comentarios,
simplemente no es una apuesta.
Comparación de posibilidades entre Quintuple y Quíntuple-LAE
Una quíntuple de ganadores con carreras de 20-15-5-10-10 participantes
tiene 150.000 resultados posibles. En la quíntuple LAE hay que acertar
además el segundo de la última carrera (10 participantes). Las
combinaciones posibles pasan a ser 1.350.000.
Si los participantes fuesen 20-15-10-10-20 tendríamos Quíntuple
clásica 600.000 combinaciones y Quíntuple-LAE 11.400.000 combinaciones.
No es necesario añadir artificiosamente tanta dificultad. La
quíntuple pura es suficientemente complicada cuando hay ganadores
inesperados. Pero además la claridad y agilidad de la apuesta se complica
innecesariamente al incluir una gemela en orden, como ya han señalado
anteriores foreros.
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