El cuello:
El cuello debe ser recto, bien musculoso y largo. En los caballos de un
tipo arcaico, grandes y armónicos, con frecuencia ultra-longilíneos, el
cuello es largo, delgado y relativamente muy fino en su unión con la
cabeza, a cuya altura suele arquearse levemente, similar al hermoso
"cuello de cisne". Siempre hay que exigir un cuello gradual y
poderosamente unido al tronco. Una crin fina y abundante completan su
distinción. El cuello muy delgado, la crin demasiado fina y escasa,
indica debilidad. Inversamente, el cuello corto, grueso, la crin espesa y
ordinaria, es signo de poca clase y suele ser la expresión de un
temperamento hipervegetativo.
3. La cruz :
Discretamente elevada y bien musculosa en su base, es la única cruz
verdaderamente hermosa del caballo de carreras. De otra manera no puede
esperarse un galope perfecto, para el cual la inserción poderosa de los
músculos del dorso, cuello y espalda, es absolutamente indispensable. Muy
tardía para diseñarse definitivamente, la cruz del caballo joven debe
saberse apreciar con mucho criterio y experiencia. En la mayoría de las
yearlings y aun en el "dos años", la cruz se presenta baja,
carnuda y ordinaria, para evolucionar a su forma definitiva entre los tres
y cuatro años. El caballo de tres años o menos, debe conservar la cima
de la cruz un poco por debajo del nivel de la mayor altura de la grupa.
Esto no es del todo frecuente, pero es una gran belleza de adaptación que
favorece en alto grado la velocidad. El caballo arcaico, esencialmente
galopador, era, de cruz demasiado alta y descarnada.
4. El dorso:
Recto, largo, bien musculoso, de ancho proporcionado, el buen dorso del
caballo de carrera se presenta algo cortante en el individuo puesto en
condición para correr y, parejo, algo redondeado, en los sujetos gordos y
en los yearlings. Debe referirse siempre una unión recta y poderosa con
la región lumbar. Como defecto individual o de familia en todo caso, en
los caballos largos, el dorso tiene su flecha que, al acentuarse,
determina el carácter "sillón" de algunos sujetos. Cuando este
defecto no es exagerado y se compensa con una grupa poderosa, no reviste
mayor importancia. De lo contrario, el defecto es muy grave.
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