Después de las noticias preocupantes sobre el futuro del hipódromo de
Zubieta, en la que al parecer existe un estudio sobre la construcción de
viviendas en sus terrenos, no podemos dejar sin constancia nuestro apoyo a
nuestro querido Hipódromo de Lasarte, en el que hemos vivido parte de
nuestra vida hípica, con grandes acontecimientos, difíciles de superar y
que han sido parte de la historia de nuestro Turf. Lasarte ha sido pionera
en muchas cosas siempre. El nacimiento de nuevas uestes de aficionados,
muchos de ellos juveniles, infantiles incluso. Savia que, si es necesaria
en cualquier empresa humana, hipodrómicamente hablando resulta vital.
Lasarte merece atenciones y cuidados amorosos, no cortarle las alas con
políticas restrictivas, y qué decir del absurdo suicida que supondría
su desaparición. Afortunadamente, no creemos sea el caso.
Durante muchos años la temporada norteña ha resultado negativa en lo
material. Sin embargo, los rectores ejercitaron la santa virtud de la
paciencia, de que San Sebastián y sus distintos organismos hiciesen más,
materialmente, para mantener el “turf” donostiarra. Y San Sebastián
respondió siempre. Hora es de proclamarlo, o de recordárselo a quien
fuere menester, ya que el momento presente de nuestras carreras exige
más, que requiere CLARIFICACIÓN DE SUS PROBLEMAS Y JUSTICIA A DIESTRO Y
SINIESTRO. Los aficionados necesitan, en éste y en otros cuantos puntos,
poseer elementos de juicio para saber cómo fueron las cosas, cómo están
y como pueden ir.
Lasarte siente la necesidad de exponer que no ve el panorama hípico
nada claro, como para permitirse el lujo de “achatar” siquiera a uno
de sus bastiones. EL POTENCIAL PRESENTE DE GUIPUZCUA y el alto espíritu
hípico que allí se respira.
Porque, dicho sea de paso, las carreras de caballos SON DEPORTE, con
perdón de quien discuta o niegue este axioma. El hipódromo Lasartearra,
cuyo funcionamiento cubre obvias necesidades deportivas no merece que le
organicen por parte de “algunos” su funeral.
IMAGEN: Envió una fotografía mía, para el que no me conozca sepa
como soy.
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