CARBINE – Un toque de pimienta en el guiso genético
Más pronto o más tarde, lo bueno llega a todas partes.
En cuestión de cría, las modas duran bastante, pero como sucede en la
pista, lo que es mejor acaba por imponerse.
Siempre existirá una confrontación entre continentes y países, eso es
bueno, si no se cae en el chauvinismo.
La discusión viene de largo cuando se trata de ensalzar el suelo patrio.
¿Dónde se producen los mejores purasangres? ¿En Estados Unidos o en
Europa?
Cuando se analiza el pedigrí de un campeón, o de un semental de éxito,
lo habitual es encontrar una combinación de nacionalidades. Algunos
caballos parecen la ONU, en lo que respecta al origen de sus ancestros
más próximos o lejanos. Padres Irlandeses, con madres francesas, hijas a
su vez de sementales americanos; líneas maternas que surgen de prados
Argentinos, con un toque Australiano, en hábil combinación con
descendientes del todo poderoso, en su tiempo, semental inglés de nombre
St. Simon.
Los que saben de esto no dudan en incorporar nombres foráneos si lo
consideran conveniente cuando se trata de fabricar un caballo excepcional.
No hay turf pequeño que no aporte algo de relieve a la cabaña mundial,
en algún momento de su historia.
Últimamente en USA predomina las sangres de Mr. Prospector y Storm Cat.
En Europa los Reyes son Sadlers Wells y Danehill. El trasvase de talentos
no es todo lo rápido que sería deseable, pero poco a poco la evidencia
acaba por socavar los frenos que algunos ponen a ambos lados del
Atlántico. Hace unos años desembarcó en Estados Unidos el primer
Sadlers Wells de cierta entidad: “El Prado”, un níveo ejemplar
laureado a dos años con un Grupo I en Irlanda. Pese a no gozar de las
mejores oportunidades ya ha dado un ejemplar de talla como Medaglia Doro,
lo que ha valido para elevar su Canon de cubrición hasta los 50.000
dólares, entre los más caros del nuevo continente. Ejemplos en sentido
contrario también los hay, aunque es raro que un buen performer USA
arribe como semental a Europa; más habitual es la compra de yearlings
selectos en las ventas de Kentucky para competir en Francia o en
Inglaterra, y en caso de resultar buenos, hacerlos ingresar en las
yeguadas europeas.
Otro país que se surte con buen tino tanto del Supermercado Americano
como del Europeo es el Turf Japonés. Son reseñables en las últimas
décadas las adquisiciones de Dancing Brave y de Sunday Silence. Sobre
todo ha resultado exitosa la de éste último. De hecho lleva trazas de
convertirse en un Jefe de Raza, dada la profusión de campeones que el
negrillo ganador del Derby de Kentucky ha generado en Oriente.
Este trasiego de caballos resulta costoso, puesto que los gastos de los
gastos de avión (el medio actual) y otras zarandajas elevan la factura
final considerablemente.
Qué decir de finales del siglo XIX, cuando llevar un potro a Nueva
Zelanda sólo podía hacerse en barco y tras largas jornadas de travesía
navegando por un par de océanos. Pues eso es lo que le sucedió con
CARBINE. Sus padres nacieron en Inglaterra, fueron llevados a tan lejanas
tierras y allí nació nuestro héroe. CARBINE resultó un ejemplar
portentoso en los hipódromos Australes, y luego pasó a la reproducción
en su país durante cinco años más o menos. El caso es que con 10 años
de edad, alguien decidió traerlo a Inglaterra donde resultó un gran
éxito como semental. Sobre todo es el padre de SPEARMINT, ganador del
Derby de Epson, gran padre de madres y bisabuelo de NOGARA, la madre de
NEARCO. Esto significa que si el largo viaje de CARBINE a Europa no se
hubiese realizado, la práctica totalidad de los purasangres actuales no
existirían y serían otros los que galoparían en su lugar. Además,
pienso que no serían pocos los que en su tiempo recelarían de las
virtudes como semental de un ejemplar Neozelandés, puesto que
atribuirían sus éxitos de hipódromo a la escasa calidad de sus
oponentes, quizás hasta llegaran a mofarse de él. Afortunadamente quien
concibió su aventura a la conquista de la vieja Europa, dio de pleno en
la diana.
Quitas un ladrillo fundamental del entramado equino, y el gran edificio de
la cría de purasangres se viene abajo.
Personalmente pienso que combinar a elementos nacidos en latitudes
diferentes, criados en praderas cada una de ellas con sus peculiaridades,
bajo climatologías no siempre idénticas, refresca a la raza; sobre todo
si de lo que hablamos es de purasangres: un invento relativamente
reciente, construido sobre una base genética de lo más reducida.
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