En primer lugar mi enhorabuena a A GALOPAR por haber habilitado un espacio
donde se conservan los mensajes más interesantes. Era algo necesario y
permite no perdérselos a quienes no frecuentan el foro
En segundo, gracias a esa iniciativa he podido ver los dos
imprescindibles mensajes de Arifán y Red Rum sobre el uso de la fusta.
Imprescindibles, porque ambos dicen cosas muy ciertas. ¿Cómo así,
cuando ambas opiniones parecen amistosamente discrepantes? Pues muy
sencillo: Arifán se refiere a las carreras españolas y a nuestros
jockeys y Red Rum nos cuenta algunos ejemplos escogidos e inolvidables del
uso de la fusta por Lester Piggott, Pat Eddery o Gary Stevens.
La fusta en las carreras como muchas cosas en la vida pueden usarse fácilmente,
pero es muy difícil usarla bien. A grandes maestros, y en ocasiones
puntuales, la fusta les ha hecho ganar una carrera. Esos mismos maestros
han sabido cuando no tenían que usar la fusta en absoluto (el mismo Red
Rum cita algún caso en sus ejemplos) y también cuando la utilizaron
equivocadamente. En muchos casos, y sobre todo cuando se trata de jinetes
no tan ejemplares, la fusta ha hecho perder carreras. En España predomina
más bien esto, con algunas excepciones, y es algo explicable dado el
nivel de nuestras carreras y jinetes. Y ahí tiene razón Arifán.
John Hislop comenzaba así su conocido artículo sobre el uso de la
fusta: "puede ser dividido en cuatro categorías: castigo,
educación, ánimo y guía. En lo que se refiere a las carreras, su uso
como castigo o educación no debería casi aparecer, porque un caballo
adecuadamente entrenado no debe necesitar ni castigos ni educación"
Me atrevo a añadir un quinto motivo para el uso de la fusta que puede
verse con demasiada frecuencia en las carreras españolas: justificación.
El jockey al ver que su montura está siendo superada no para de dar palos
con toda su energía en un afán de justificar que está haciendo todo lo
que puede. No importa si su montura se abre hacia los lados o no reacciona
al castigo: el jockey debe demostrar que él se ha partido el pecho, partiéndole
el lomo al caballo. Es como esos futbolistas que corren como locos tras un
balón ya perdido y después se deshacen en gestos de lamentación hacia
sus compañeros o el público: no están pensando en el juego, sino en el
entrenador, y eso no puede ser positivo.
Es muy difícil hacer uso de la fusta sólo cuando es apropiado, como
ánimo y como guía, y sólo a caballos que se sabe que pueden reaccionar
bien al estímulo. Pero incluso en esas ocasiones hay que saber como
hacerlo. Sigo con algunos extractos sueltos y resumidos del artículo de
Hislop:
"No puede desestimarse el daño hecho por un uso impropio de la
fusta en carreras. Caballos honrados pueden transformarse en pencos, el
carácter de los sensibles puede estropearse para siempre y pueden
perderse carreras porque con los fustazos el caballo se desvía de la línea
recta o hace eses.
El primer principio sobre el uso de la fusta en carreras es no golpear
al caballo muy fuerte. Ocasionalmente un caballo con cabeza e indolente
necesita un par de buenos golpes para espabilarse, pero para el caballo
medio es suficiente un par de suaves golpes e incluso la simple visión
del látigo balanceándose, para que de lo mejor de si. En una carrera de
liso debe balancearse la fusta un par de veces para que el caballo la vea
antes de golpearle. Eso le dará una oportunidad para incrementar su
esfuerzo sin pegarle en absoluto.
Para que un jockey sea considerado un maestro en la técnica de su
profesión debe ser capaz de usar la fusta solventemente con ambas manos.
Es decir, llevarla, prepararla, balancearla o usarla tanto con la mano
izquierda como con la derecha y saber cambiársela rápida y efectivamente
de una mano a otra. Por alguna razón la mayoría de los caballos tienden
a desviarse hacia la izquierda más que hacia la derecha. Esta tendencia
natural se acentúa por la preponderancia por los jockeys de llevar su
fusta en la mano derecha. Sin embargo lo más frecuente es que haya que
corregir las desviaciones sobre la línea recta golpeando con la mano
izquierda."
El artículo recoge muchas otras normas prácticas sobre el correcto
uso de la fusta, con lo que se concluye que se trata de uno de los
aspectos más difíciles de la buena monta en carreras. La consecuencia de
todo ello está clara: si eres muy bueno con la fusta y conoces muy bien
al caballo úsala en momentos clave. Si no es asi lo mejor es que no la
uses.
Los mensajes de Arifán y Red Rum son en mi opinión perfectamente
compatibles si uno tiene en cuenta los contextos de carreras y jinetes al
que cada uno se refiere.
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